miércoles, 25 de julio de 2012

Vichyssoise. Crema de puerro fría.





De niña odiaba el puerro. Era una cosa blanda, con un sabor fuerte, de color de podrido; se pegaba a todas las demás cosas que flotaban en el plato del caldo. Además, olía mal.


Pero las papillas gustativas crecen, y también cambian de gustos. 
Ahora sí entiendo perfectamente como puede gustar. Crudo o cocido, como ingrediente principal o en una cantidad mínima, solo para dar el toque.
Aunque eso sí: tiene mucho carácter y te hace llorar. 
Pero: me encanta.


Igual que las veraniegas cremas frías: salmorejo, gazpacho, crema de calabacín, el centroeuropeo "enfriador" - una sopa fría a base de fondo de remolacha y yogur (suena raro, es delicioso)... Y el clásico francés, la vichyssoise - la crema fría de puerro.


La receta es muy sencilla y además puede servir para preparar un plato caliente en invierno - en vez de dejar la crema enfriar durante un buen rato en la nevera, se sirve caliente. 
Tan sencilla que después de la primera vez las cantidades de los ingredientes pueden echarse  a ojo.
Y para la primera vez, podemos recurrir a las instrucciones de Julia Child.


Vichyssoise
(receta según "Mastering the Art of French Cooking" - Julia Child, Louisette Bertholle & Simone Beck) 
para 4 personas
170 g de patata
225 g de puerro (parte blanca solo)
750 ml de caldo
100-150 ml de nata
1-2 cucharas de cebollino picado
sal


Quitamos las partes verdes a los puerros, los lavamos y cortamos en rodajas. Pelamos las patatas y cortamos en rodajas finas.
Cubrimos con el caldo y cocemos hasta que las verduras estén tiernas: unos 30-45 minutos.  


Trituramos con una batidora de mano. Añadimos la nata y sal (podemos pasarnos un poco: como bien dice el libro - al servir la sopa fría el salado se saborea mucho menos de lo normal), batimos un segundo más hasta juntarse bien la nata con la verdura. Dejamos enfriar, una vez la crema ha bajado la temperatura, la metemos en la nevera (unas 2 horas). Servimos bien fría, espolvoreada con el cebollino picado. 

martes, 24 de julio de 2012

Un pequeño capricho dulce. Cupacakes de mantequilla y chocolate con nectarina.





Faltaba algo dulce para el desayuno. Además, se acababa el yogur. Que fuese pequeño, para poder decir: pero si son solo unos pocos... y pequeños... y se ha acabado el yogur.
Salieron del horno el domingo por la mañana, su preparación tardó en total solo unos 30 minutos. 
Un perfecto capricho a primera hora del día. 


Cupcakes de mantequilla y chocolate con fresquilla.
para 10:
2 huevos
125g de mantequilla
90g de azúcar
60g de harina de trigo
1 cuchara de harina de patata/ maizena
1 cucharadita de baking powder
2 cucharas de cacao amargo
1 fresquilla/ nectarina/ melocotón, etc).

Batimos los huevos con azúcar, hasta que queden espumosos y casi blancos. Seguimos batiendo: añadimos la mantequilla, previamente fundida, las harinas  tamizadas y la levadura en polvo. Rellenamos los moldes para magdalenas/cupkaces hasta la mitad o un poquito más, reservamos una parte de la masa (unas 3 cucharas). Mezclamos la masa que nos queda con el cacao y añadimos un poquito a cada cupcake. Cortamos la fresquilla en 10 cuñas, les quitamos la piel y metemos  en medio de cada cupcake una.
Horneamos unos 20-25 minutos ("o hasta el palillo seco") a 170-180ºC.