sábado, 28 de abril de 2012

Quiche de calabacín.




Y por qué no una tarta salada. 
Esta semana han pasado por el horno y la nevera tres, dos clásicos: una quiche lorraine y una flamiche de puerro, y un pastel-chucho: una tarta de calabacín. 
Los perezosos, desconfiados y sin mucho tiempo libre podrán hacer uso de un truco y hacerse el trabajo aun más fácil de lo que es. 

Adelante.

Tarta salada de calabacín.
(para un molde de 26-30 cm)
2-3 calabacines (unos 800g)
200g de queso blanco de untar
4 huevos 
200 ml de nata 
sal
pimienta
nuez moscada
medio limón
una cuchara de miel
un puño de parmesano / queso rallado (para gratinar - opcional)
masa quebrada: 250 g de harina, 125 g de mantequilla, una yema, 30 ml de agua, una pizca de sal (o usamos el truco y la compramos preparada). 

Si tenemos un poco de tiempo, pero sobre todo ganas de pasar un rato en la cocina preparando la tarta de manera 100% artesanal, empezamos por la masa quebrada. En un cuenco, mezclamos la harina con mantequilla fría/recién sacada de la nevera y cortada en dados, la yema y una pizca de sal y el agua y amasamos los ingredientes con las manos hasta obtener una masa lisa. No debemos amasar demasiado, para que no derretir la mantequilla. Envolvemos la masa en film transparente y dejamos en la nevera unos 20 minutos. Precalentemos el horno, a 170ºC. "Tapizamos" el molde untado con una poco de mantequilla o aceite con la masa quebrada, cubrimos con papel de hornear y rellenamos con garbanzos o alubias secas. Metemos en el horno para unos 20 minutos. Pasado el tiempo, sacamos el molde, quitamos el papel y los legumbres, dejamos enfríar. 


Seguimos preparando el relleno: lavamos los calabacines y los cortamos en medias lonchas, de unos 5 mm. Freímos removiendo, hasta que estén hechos (unos 10 minutos). Sazonamos con sal, pimienta, unas gotitas de limón y miel. 
En un cuenco, batimos ligeramente los huevos, la nata y el queso, hasta que estén bien mezclados, sazonamos con un poco de sal, pimienta y una pizca de nuez moscada. 
Escurrimos los calabacines (soltarán bastante jugo), pasamos al molde con la masa ya hecha  y cubrimos con la mezcla de huevo, nata y queso. Espolvoreamos la superficie con un poco de parmesano o un queso rallado (opcional). Horneamos a 200ºC 30-40 minutos, hasta que la tarta coja un color ligeramente dorado.

Dejamos reposar un poco. Servimos templada / fría. 

sábado, 21 de abril de 2012

Tarta de zanahoria.





Usando un eufemismo, el concepto de un bizcocho de zanahoria nunca me ha atraído mucho, por lo cual aun menos se me habría ocurrido preparar un dulce justamente de ESTA verdura. 


Tampoco nunca me consideraba una gran fan de dulces (en pequeñas cantidades sí, pero tampoco me resultaban imprescindibles), ni aun menos de prepararlos. 
Pero, la práctica hace al maestro, y aunque nos quede un largo camino por alcanzar la maestría, cuando con más facilidad nos sale una cosa, a más nos atrevemos y más curiosidad tenemos por probar cosas nuevas.


Hasta a hacer una tarta de zanahoria, en mi caso. 
Y, más aun, recomendarla. 




Tarta de zanahoria (para un molde redondo de 26 cm):
4 huevos
150 g de azúcar
300 g de harina blanca
1,5 cucharadita de bicarbonato
1 ,5 cucharadita de baking powder
½ cucharadita de gengibre molido
½ cucharadita de canela molida
¼ cucharadita de nuez moscada
250 ml de aceite de girasol
1 cucharadita de extracto de vainilla
1 cuchara de zumo de limón
2 cucharas de zumo de naranja
2 vasos: 500 ml de zanahoria rallada
100 g de nueces (picados).


Cobertura:
75 g de azúcar glas
100 ml de nata para batir
100 g de queso blanco para untar.


Batimos los huevos con azúcar, hasta que queden blancos y espumosos. Añadimos los ingredientes secos tamizados: harina, bicarbonato, baking powder, especias y seguimos mezclando.
Incorporamos los demás ingredientes: aceite, zumos. Una vez obtenida una masa homogénea, añadimos por último la zanahoria y los nueces, removiendo la masa esta vez ya a mano. 
Horneamos en un molde con papel de hornear, unos 40-45 minutos en 180ºC. 


Para la cobertura, batimos la nata, añadimos poco a poco el azúcar y al final el queso de untar. 


Una vez se ha enfriado el bizcocho, lo cubrimos con la "mantita". Guardamos en la nevera.

viernes, 13 de abril de 2012

Risotto falso de grano integral de cebada: kashotto con setas.





En primer lugar intentaré animar a los desanimados por el ingrediente principal: si alguien está en contra de falsificación de recetas tradicionales o le resulta difícil encontrar el grano, se puede seguir la receta de cualquier modo, sustituyendo el grano con arroz de grano corto / arroz para risottos.


Ahora, a los que estáis dudando, os daré dos razones principales para falsificar una receta tradicional de un risotto y hacer el esfuerzo de buscar un ingrediente tan raro como el grano integral de cebada (kasha integral de cebada). 
1: el ingrediente principal es mucho más asequible de lo que parezca. Se puede conseguir en herbolarios o tiendas con productos ecológicos. 
2: es un ingrediente que supone una alternativa perfecta para el arroz de siempre: tanto como una alternativa exótica para el arroz integral o como una alternativa -además de ser exótica- muy, muy saludable para el arroz blanco ya que granos integrales, es decir sin refinar / vestidos con su cáscara, contienen mucha fibra, minerales, vitaminas, hierro y antioxidantes entre otros. 


Por último, una razón más para preparar un kashotto: es una propuesta muy sencilla pero (en mi opinión) a la vez muy interesante, que une la tradición culinaria mitteleuropea con la mediterránea. Un plato a base de grano, un ingrediente muy típico en las cocinas eslavas, preparado à la risotto.




Kashotto con setas. 
Para 4 personas.
460 g de grano integral de cebada 
300 g de setas ostra
300 g de champiñón
20 g de setas silvestres secas, ej. boletus
½ cebolla
1 l de caldo vegetal 
1 vaso de vino blanco
aceite / mantequilla
sal
pimienta
perejil (opcional).


Antes de empezar a preparar el kashotto, ponemos las setas silvestres en remojo (un vaso de agua caliente), media hora debería ser suficiente.
Picamos finamente la cebolla, la sofreímos en una olla hasta que esté transparente. Limpiamos y desmenuzamos las setas: los champiñones se cortan en rodajas, las ostras se parten con los dedos en tiras, las setas silvestres se escurren y se pican. Añadimos a la cebolla, sofreímos unos 5 minutos más hasta que las setas estén a punto. 
Mientras tanto, lavamos el grano con agua fría. Escurrimos, sofreímos con las setas brevemente a fuego medio-alto, hasta evaporar todo el líquido. 
A fuego medio-bajo vamos echando poco a poco el vino, el agua del remojo de las setas (será oscura y aromática) y el caldo (antes de empezar a añadir el caldo, lo calentamos), igual que en una receta de risotto: mientras el grano va absorbiendo el líquido, echamos poco a poco más, removiendo continuamente. 
Una vez el grano está a punto y el líquido es absorbido, sazonamos a gusto, apagamos el fuego y dejamos el kashotto tapado unos 10 minutos. 

Removemos otra vez y servimos con el perejil picado. 

jueves, 5 de abril de 2012

Pascua dulce. Mazurek con dulce de leche y chocolate negro.





Me gustan las fiestas de primavera. Son frescas, son alegres, celebran la vuelta a la vida. Y sus símbolos: huevo, cordero, conejitos y polluelos. La simbólica bendición de alimentos que celebramos en Polonia el Sábado de Pascua, un rito puramente pagano, la costumbre de decorar casas con ramas que empiezan a florecer... 
El sol está cada vez más alto y el verde más verde.


Pascua significa llenar la mesa de dulce y salado. 
Una de las especialidades polacas: mazurek, un pastel con base de masa quebrada dulce cubierta con más dulce aun: masa de chocolate, caramelo, mermelada, nueces, frutos secos...


Hoy: mazurek con dulce de leche y chocolate negro.


Masa quebrada.
300 g de harina
200 g de mantequilla
100 g de azúcar
1 yema 
1 cuchara de nata (opcional)
1 pizca de sal.


En un cuenco mezclamos todos los ingredientes (lo hago con las manos, es lo más cómodo...) hasta obtener una masa lisa y homogénea (al principio nos va a parecer que es mucha harina, pero poco a poco se irá incorporando). Envolvemos en film transparente y dejamos en la nevera una hora. 
Forramos un molde (puede ser redondo o cuadrado - eneste caso también la nadeja del horno, no importa) con la masa, horaneamos unos15-20 minutos a 180º C, hasta que esté dorada.
Dejamos reposar / enfriar.


Dulce de leche.
400 ml de leche entera
200 ml de nata de batir (32%)
200 g de azúcar.


Ponemos los ingredientes en un cazo. Dejamos cocer a fuego medio, removiendo de vez en cuando. Cuando al final la mezcla empiece a coger color y espesarse, es muy importante tener cuidado para que no se queme y seguir removiendo de manera continua. 
El dulce de leche tardará en hacerse bastante: suelen ser unas dos horas. 



Una vez este hecha la base y el dulce, montamos el pastel. El dulce de leche se queda denso una vez frío, por lo cual intentamos trabajar con él de prisa. Podemos alisar la superficie del pastel con una espátula mojada en agua fría.
Una vez listo, decoramos con chocolate. 



Cobertura de chocolate.
70 g de chocolate negro (70%)
1 cucharadita de mantequilla.


Llevamos a ebullición agua en un cazo. Rompemos el chocolate en trozos y lo metemos en un cuenco apoyado encima del cazo con agua hirviendo, sin que el cuenco toque el agua. Añadimos la mantequilla, removemos. Una vez incorporada la mantequilla, podemos empezar a decorar el pastel. Es buena idea dejar el cuenco mientras tanto encima del vapor, aunque se puede bajar un poco el fuego - de esta forma el chocolate seguirá líquido.





miércoles, 4 de abril de 2012

Pastel de crêpes y bechamel con setas.








Estaba pensando en hacer un risotto de setas. Pero otra vez risotto. Entonces pasta con salsa de setas. Pero otra vez pasta.
Pues crepês relleno. Pero otra vez crêpes...


Pues una pseudo tarta de Dobos, salada: un pastel de crêpes y bechamel de seta. 



Crêpes:
Con las siguientes cantidades: 2 huevos/150g/50g/300ml - igual que aquí.



Salsa bechamel:
Con las siguientes cantidades: 70g/70g/500ml - igual que aquípero en vez de combinar la bechamel con espinacas la combinaremos con setas. 
Para 4 personas, nos hacen falta:
400 g de setas, ej. seta ostra
½ cebolla
½ puerro (parte blanca)
sal
pimienta
aceite para freír.


Picamos la cebolla; en una sartén la sofreímos con un poco de aceite hasta que quede transparente y tierna. Añadimos las setas partidas en trocitos (por ejemplo las setas ostra se dejan "desmenuzar" en tiras fácilmente con los dedos) y el puerro lavado y cortado en rodajas. Seguimos sofriendo hasta que las setas estén hechas, sazonamos con sal y pimienta.


Pasamos todo a un procesador de alimentos/trituradora, o si tenemos una batidora de mano - a un cuenco, y troceamos sin llegar a obtener un puré liso (se pueden quedar trocitos más grandes). 
Mezclamos con la salsa bechamel.


Una vez están hechas las crêpes y la salsa, montamos el pastel en un molde redondo desmontable poniendo capas de crêpe y la bechamel de seta. 
La tarta debería finalizar con una crêpe. Para el gratinado, untamos la crêpe superior con 2 cucharas de nata y espolvoreamos con unos 3 puñados de parmesano rallado.
Horneamos a 170º C unos 30 minutos.


domingo, 1 de abril de 2012

Pasta fresca al huevo.



Es más fácíl de preparar de lo que uno pueda pensar (en realidad la mayoría de las cosas son mucho más fáciles de preparar de lo que uno pueda pensar).

Se hace bastante rápido, y los únicos ingredientes que nos hacen falta es huevo, harina un poco de agua y sal.

Pasta fresca al huevo.
Para 2 personas. 
200 g de harina blanca
2 huevos
agua
sal.

Encima de la mesa echamos la harina y una buena pizca de sal; hacemos un hueco en medio de la "montaña" de harina en el cual metemos los huevos, e intentamos batirlos un poco con un tenedor. 
Con los dedos, empezamos a mezclar despacio la harina con los huevos (empezando por echar - con delicadeza - la harina desde el exterior del "volcán" hacia su interior) y seguimos amasando la masa hasta que esté lisa y elástica (unos 10-15 minutos). Si vemos que la masa queda dura, añadimos un poco de agua templada y la seguimos amasando. 
Una vez hecha, dejamos reposar la masa cubierta con un paño durante 30-60 minutos.

Estiramos la masa y la trabajamos con un rodillo, dándole cada rato la vuelta, hasta que tenga el grosor deseado y finalmente la enrollamos y cortamos. 
Deshacemos los nidos con los dedos, echamos un poco de harina encima y "salteamos" las cintas hasta que estén bien sueltas.

Cocemos con agua hirviendo y salada.