sábado, 4 de febrero de 2012

From Russia with love: blinis.


En el principio era el caviar. Se lo había regalado a mi amado un amigo que vive en Kazajistán. Cuando vi el pequeño botín, sabía para que iba a servir.  


Los blinis es un plato típico no solamente en Rusia, sino en una región mucho más amplia que abarca Ucrania, Bielorrusia, Polonia occidental. Pueden convertirse en un plato salado o dulce, según gusto y/o capricho. 
Es un plato con una tradición muy larga que tiene sus raíces todavía en tiempos paganos: hace mucho, los blinis se comían durante las fiestas de equinoccio, para festejar la llegada de primavera (por su forma redonda estaban considerados el símbolo del sol). Con la llegada de los misionarios cristianos se convirtieron en un plato típico de las fiestas de fin de carnaval, antes de empezar la cuaresma.


Bien, pues entonces blinis. En realidad no son otra cosa que tortitas a base de levadura, la masa tiene un gran parentesco con la de los crepes. La imagen más típica que tengamos de blinis será seguramente la de blinis con nata agria y pescados ahumados o caviar, aunque se pueden tomar también con mermelada, miel o simplemente espolvoreados con azúcar glas. En fin, podemos prepararlos con cualquier tipo ce guarnición que nos apetezca. 


Para unos 12 blinis:
250 g de harina (de trigo o también podemos hacer una mezcla de harinas, e.j. de trigo, espelta o centeno)
250 ml de leche
2 huevos
20 g de levadura 
1 cuchara de mantequilla
una cuchara de azúcar
sal
mantequilla o aceite de girasol (para freír)


y para la guarnición (salada):
crème fraîche
caviar
salmón ahumado
alcaparras
pepinillos
....


Primero, activamos la levadura: en un vaso, desmenuzamos la levadura, añadimos un poco de leche templada (no demasiado caliente - alta temperatura "matará" nuestras levaduras) y una pizca de azúcar. Removemos, dejamos en un sitio calentito para unos 15 minutos. 
En un bol mezclamos la harina, la mantequilla derretida, el azúcar, una buena pizca de sal y las yemas separadas de las claras. Añadimos el fermentado de levadura, removemos hasta conseguir una masa lisa. Batimos las claras con una pizca de sal a punto nieve y mezclamos con delicadeza con la masa. Tapamos, dejamos en un sitio caliente aprox. 1,5h. 
Freímos los blinis en mantequilla (¡cuidado, se quema muy fácilmente!) o aceite de girasol, echando en la sartén unas dos cucharas de masa por cada blini. 
Servimos con nata agria, caviar, pescado ahumado, pepinillos picados, alcaparras, etc. 



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